Erik Erikson
- Psicoanalista estadounidense de origen alemán. Tras estudiar arte en su juventud, conoció a Anna Freud, por influencia de la cual se estableció en Viena y se vinculó al movimiento psicoanalítico. En 1933 emigró a Estados Unidos, donde estudió la influencia cultural en el desarrollo psicológico trabajando con niños de diversas reservas indias.
- Erikson integró el psicoanálisis clínico y la antropología cultural matizando nuevos aspectos del desarrollo. Por un lado, enfatizó la influencia de factores psicosociales y socioculturales en el desarrollo del "Yo", y, por otro, propuso el desarrollo de la identidad como sucesión de etapas diferenciadas entre las que existen períodos de transición (crisis evolutivas), conceptualizando ocho crisis psicosociales o etapas del desarrollo de la identidad hacia la síntesis del "Yo".
A continuación se anexan las etapas psicosociales que desarrollo Erikson a partir de sus observaciones y su preparación psicoanalítica.

Melanie Klein
Psicoanalista británica de origen austriaco, pionera del análisis infantil y del estudio de las psicosis. Fue la última de los cuatro hijos de Moriz Reizes y Libusa Deutsch, ambos hebreos, descendientes de familias de rabinos. Sin embargo, fue educada de manera liberal, sin imposiciones religiosas.
A los veintiún años se casó con un ingeniero, Arthur S. Klein, de quien tuvo tres hijos, por lo que debió interrumpir sus estudios de medicina. En Budapest, donde se había trasladado en 1910 con su esposo, leyó La interpretación de los sueños, de Freud, y el interés que dicha obra despertó en ella la llevó a convertirse en la principal refundadora del psicoanálisis. Melanie Klein supo observar y tratar fenómenos psíquicos hasta entonces ignorados. Ferenczi la animó a que psicoanalizara a niños, pero las investigaciones que emprendieron juntos no le resultaron satisfactorias.
En el Congreso de Psicoanálisis de La Haya conoció a K. Abraham, quien intuyó su genialidad y la escogió para un segundo análisis en Berlín, pero Abraham murió al cabo de sólo nueve meses. En cualquier caso, el encuentro fue decisivo para Melanie Klein, que se consideró siempre continuadora de sus ideas. La rivalidad con Anna Freud, que también había empezado a psicoanalizar a niños partiendo de premisas divergentes, así como los continuos ataques que suscitaban tanto sus descubrimientos como su fuerte personalidad, la llevaron a aceptar la invitación de su simpatizante, Jones, y en 1926 se estableció en Londres.
Allí continuaron las polémicas, pero el ambiente cultural, más abierto, le permitió tener alumnos de gran valía (H. Segal, H. Rosenfeld, R. Money-Kyrle, D. Meltzer y otros, conocidos como la Escuela Inglesa). Al cabo de pocos decenios creció el número de sus seguidores, sobre todo en Europa y en América del Sur.
Después de su primer trabajo, The development of a child (1923), dirigió su atención al período de la vida psíquica de la primerísima infancia, marcada por la relación entre madre e hijo. Elaboró la técnica del juego para psicoanalizar a los niños, pero también influyó radicalmente sobre la teoría y la técnica aplicadas a adultos: reformuló el complejo de Edipo y destacó la importancia de la agresividad y la destructividad.
Hubo mas aportaciones que en seguida mencionare.
Relaciones Objetales
La teoría psicoanalítica de Melanie Klein se basa principalmente en su teoría de las relaciones objetales. En esta teoría se establece que el sujeto se relaciona con el medio a partir de las sensaciones e impulsos que siente y proyecta sobre los objetos de su impulso. Las relaciones con dichos objetos generan huellas permanentes que marcarán la futura relación con otros, internalizándose las experiencias vividas y originándose en base a ellas la estructura psicológica del sujeto.
El individuo y su desarrollo
En la teoría psicoanalítica de Klein, el ser humano se encuentra desde el nacimiento en un constante estado de conflicto entre pulsiones de vida o amor y de muerte u odio. A lo largo del desarrollo del ser, el sujeto deberá ir superando las etapas y conflictos propios de la etapa vital que se está viviendo, forjando un equilibrio entre lo externo y lo interno a través de las relaciones con los diferentes objetos y enriqueciendo con el tiempo su yo, personalidad y carácter.
Durante dicho desarrollo el individuo va a pasar por diferentes fases, variando el modo en que captamos la realidad y relacionamos nuestros impulsos y deseos con ella y alcanzando diferentes hitos y aspectos que nos ayuden a generar un yo integrado que nos permita hacer frente a los conflictos entre los deseos propios del ello y la censura del superyó.
Las posiciones del desarrollo
En la teoría psicoanalítica de Melanie Klein se establece que a lo largo del desarrollo el ser humano pasa por una serie de etapas en las cuales va desarrollando el yo y las relaciones con el entorno. Concretamente, establece la presencia de dos posiciones concretas en la infancia en que las relaciones objetales y las ansiedades derivadas de ellas van evolucionando hacia una integración del yo, la posición esquizo-paranoide y la posición depresiva.
La autora propone un momento de aparición de cada uno, pero no niega la posibilidad de que sujetos adultos sufran algún tipo de regresión y/o fijación en alguna de ellas. Así, la posición esquizo-paranoide estaría más vinculada al surgimiento de trastornos psicóticos y la depresiva a los neuróticos.
1. Posición esquizo-paranoide
Esta posición aparece siendo el primer tipo de relación objetal, iniciada con el nacimiento y que tiende a durar hasta los seis meses de edad. En esta etapa inicial del desarrollo, el niño aún no es capaz de identificar qué es el yo y que no, teniendo un pensamiento concreto y no siendo capaz de distinguir elementos holísticos.
Al no ser capaz de distinguir el yo del no yo el niño no puede integrar la existencia conjunta de aspectos gratificantes y aversivos en un mismo objeto, con lo que reacciona identificando los objetos de forma parcial haciendo que considera la existencia de uno bueno que le cuida y otro malo que le daña o frustra (denominándose escisión a este mecanismo de defensa), proyectando en ellos sus impulsos e intentos. El ejemplo más importante y que más marcará al infante es el del pecho materno, que en ocasiones le amamanta y en otras le frustra.
Debido a la existencia de un objeto malo, persecutorio, el infante desarrollará ansiedad y angustia ante la idea de que éste pueda atacarle. De este modo, se desarrolla un miedo paranoide que a su vez despertará instintos agresivos y sádicos hacia el objeto. Asimismo, son frecuentes la confusión y angustia ante el desconocimiento de qué objeto se va a encontrar.
2. Posición depresiva
Según el niño va madurando, empieza a tener un mayor desarrollo del yo y una mejor capacidad de discernimiento de lo que es el yo de lo que no, siendo ahora capaz de observar que los objetos son independientes de sí mismos. Esta etapa surge alrededor de los seis meses después del nacimiento.
Se incorpora e introyecta el aspecto bueno de los objetos, concretamente del pecho materno, y el niño es capaz de integrar los aspectos agradables y desagradables de los objetos. Poco a poco se ha pasado a poder ver los objetos como un solo elemento que en ocasiones puede ser bueno y en otras malo.
Disminuyen las pulsiones agresivas, y al observar que el objeto es un ente independiente nace el miedo y la ansiedad ante la posibilidad de su pérdida. Así pues, en esta posición o etapa aparecen angustias de tipo depresivo, que se añaden a las propias de la posición anterior. Nacen los sentimientos de culpa y gratitud hacia los objetos, y empiezan a aplicarse mecanismos de defensa como la represión de instintos y el desplazamiento.
El complejo de Edipo
Uno de los conceptos más polémicos de la teoría psicoanalítica es el complejo de Edipo, que según Freud aparece a lo largo de la etapa fálica alrededor de los tres años de edad. En la teoría psicoanalítica de Melanie Klein este complejo es bastante anterior, apareciendo junto a la integración de los objetos parciales en un objeto total durante la posición depresiva.
Dicho de otro modo, Klein considera que existe un complejo de Edipo desde el momento en que el niño es capaz de discernir que sus progenitores son individuos ajenos a él, observando que existe un vínculo entre ellos del que él no forma parte. El niño proyecta sus deseos en dicho vínculo, generandose envidia y provocando sentimientos ambivalentes al respecto.
El juego simbólico y la fantasía inconsciente
La capacidad para expresarse verbalmente y exteriorizar mediante la palabra pensamientos, emociones, deseos y vivencias se va desarrollando a lo largo de la vida. Esta capacidad requiere un cierto nivel de desarrollo madurativo y de aprendizaje, así como de una cierta capacidad de introspección.
Así pues, para un niño que no ha finalizado su desarrollo es sumamente complejo ser capaz de expresar sus pulsiones, deseos y angustias. Este es uno de los principales motivos por los cuales el método de la asociación libre propio del psicoanálisis freudiano no podía ser originalmente aplicado a niños.
Sin embargo, los elementos pulsionales, los deseos y miedos que forman parte de cada uno, están presentes desde el nacimiento. Para la teoría psicoanalítica de Melanie Klein, si bien en la infancia dichos elementos pueden no ser conscientes pueden encontrarse simbolizadas en la generación de fantasías. De este modo, las fantasías inconscientes actúan como método de expresión de los instintos básicos y las angustias, proyectándose éstos en el juego y dirigiendo en gran medida la actitud y la conducta infantil.
En este aspecto, una de las contribuciones más valoradas por parte de la teoría psicoanalítica de Melanie Klein es la introducción del juego simbólico como método de evaluación y trabajo con menores. Para Klein, el juego es un método de comunicación en el que el infante exterioriza sus inquietudes y deseos primigenios de forma indirecta. De este modo, analizando el simbolismo encerrado en el proceso de juego es posible observar las fantasías inconscientes que rigen la conducta del niño de un modo análogo al empleado en los métodos de asociación libre aplicados en adultos.
A la hora de utilizar el juego simbólico es muy importante el setting o ajuste de la situación, es decir tener en cuenta que la necesidad de que las sesiones, el tipo de mobiliario y juguetes sean adecuados para el niño de manera que no le venga impuesto como debe jugar. El niño debe escoger aquellos juguetes que quiera utilizar por sí mismo.
Jhon Bowlby
Biografía de John Bowlby
Edward John Mostyn Bowlby, más popularmente conocido como John Bowlby, nació en Londres el 26 de febrero de 1907. Hijo de Sir Anthony Alfred Bowlby, que tendría el título de barón como cirujano de la casa real, y de Mary Bridget Mostyn, fue educado como el cuarto de seis hermanos en un entorno acaudalado de la alta sociedad burguesa.
En aquella época las clases altas solían dejar a los pequeños al cuidado del servicio, disponiendo de niñeras que los cuidaban.
Infancia
Los primeros años de John Bowlby transcurrieron al cuidado pues de una cuidadora llamada Minnie, teniendo poco contacto con su madre. Sin embargo, a los cuatro años esta dejaría el servicio doméstico de la familia, causándole su partida un gran sufrimiento y sensación de pérdida al pequeño. Aunque fue sustituida, la nueva niñera tenía un carácter frío que no le hacía sentir cómodo.
En 1914 estalló la Primera Guerra Mundial, lo que hizo que el padre del menor se enrolara y se volviera una figura ausente de la que Bowlby y sus hermanos apenas tendrían noticias al no compartir su progenitora el contenido de las misivas que éste enviaba.
Unos años después de ello sería enviado a un internado, en parte como manera de mantenerlos protegidos en caso de ataque. Este conjunto de eventos le generarían un gran dolor, que probablemente contribuyó a que con el tiempo sintiera la necesidad de trabajar aspectos como la vinculación, la ansiedad de separación y el miedo a la pérdida en menores.
Formación académica
Tras varios años de internado, estudió en el Colegio Naval de Dartnorth. Tras ello intentaría entrar a estudiar medicina en la Universidad de Cambridge, pero durante la realización de dichos estudios empezó a verse atraído por la psicología y los abandona para posteriormente empezar a formarse en psicología en el Trinity College de la misma Universidad de Cambridge. Su interés principal se encontraba en la infancia y el período de desarrollo.
Tras graduarse, empezaría a hacer diversos estudios sobre menores delincuentes y desadaptados, observando que con frecuencia procedían de familias desestructuradas o habían sufrido malos tratos.
Teoría del apego
A continuación se presenta su teoría acerca de los apegos.
En este caso, apego se refiere a un vínculo emocional desarrollado entre el bebé y sus tutores, ya sean padres biológicos, padres adoptivos u otros cuidadores. El vínculo emocional del apego crea en el niño una sensación emocional que Bowlby considera indispensable para el desarrollo de la personalidad. En este sentido, el psicólogo fundamentó tres tipos de apego diferenciados según la situación del pequeño y el acceso y conducta del adulto
1. Apego seguro
Se produce cuando el bebé está seguro de las muestras de protección, cariño y disponibilidad que recibe de la figura de su afecto. Desarrolla en el niño un concepto positivo y confiado de sí mismo. Se crean relaciones más estables, satisfactorias e integradoras.
2. Apego ansioso
En este caso, la figura del afecto del bebé solo ofrece apego y disponibilidad física y emocional de forma intermitente. Es decir, que no está siempre disponible.
Esta situación crea temor y ansiedad. Las habilidades emocionales del pequeño se desarrollan de forma inconsistente. Se forma un gran deseo de intimidad, pero va acompañado de inseguridad.
3. Apego desorientado
En este caso el cuidador ofrece respuestas desproporcionadas a las necesidades del niño. En su desesperación, puede entrar en procesos disociativos. La conducta del adulto es muy desorientadora para el bebé, generando también una gran ansiedad e inseguridad.
Donald Winnicott
uPediatra
y psicanalista inglés.
uNacido
en una familia acomodada donde su padre llegó a ser Sir y era el pequeño de la
familia (le precedían 2 hermanas).
uDespués
de graduarse como médico entró a trabajar en el Hospital de Niños de Paddington
Green, Londres donde trabajó por más de 40 años.
uTrabajando
como pediatra se interesó en el psicoanálisis al conocer a Ernest Jones
(psicoanalista y escritor).
uPosteriormente,
ingresó como miembro en la Sociedad Psicoanalítica Británica de la que llegó a
ser presidente al final de su vida.
uDurante la Segunda Guerra Mundial
estudió efectos psíquicos en los niños, sobre todo en los más pequeños debido a
la separación de los padres.
uSu investigación se centró en niños
emigrados de Londres por miedo a los bombardeos y acomodados en “hogares de
acogida” hasta el final de la guerra y usó también de estudio las reacciones de
estos niños al regresar con sus familias.
uFue de los pocos que se opuso al
uso del electroshock.
Teoría de Winnicott
Menciona
los tipos de dependencia de Madre-hijo:
uDependencia extrema se da de
0 a 6 meses es la etapa de adaptación, estado de función con la madre.
uDependencia relativa: se da de 6 a
18 meses es cuando empieza a interactuar y a incorporarse en el entorno social
uHacia la independencia: se da de 18 a 36 meses en esta etapa la
independencia no es completa ya que pueden haber regresiones a momentos de
dependencia como la adolescencia.
Nombra
fases que influyen en el proceso de desarrollo del bebe y de su
personalidad en el cuidado maternal:
uSostenimiento o Holding (0 a 3
meses) es dependencia absoluta, es la manera en la que la madre sostiene física
y psicológicamente, es el modo en el le transmite vínculos afectivos al
bebe mediante la lactancia
uManipulación o Handling (5 a 6 meses) es dependencia
relativa que le permite al niño manipular las situaciones
uPresentación Objetal (3 años aprox.) Es
independencia es la relación inicial de la madre con su hijo, la
capacidad de relacionarse con objetos.
Depende de estas 3 fases es
donde se forman un tipo de Self.
uEl Falso Self es una “mascara”, no es espontáneo ya que se reconoce vagamente, suele
ser imitador ya que se identifica con modelos positivos, produce sensación de
irrealidad
uVerdadero Self es la verdadera personalidad expresando con facilidad sus emociones,
precede los gestos espontáneos y la idea personal.
Actitudes principales que forman parte de la niñez
uLa agresividad:
Considera a la agresión desde una
perspectiva diferente a como se la definía en las grandes teorías
psicoanalíticas de su época.
Para Winnicott el odio no es una
emoción inicial en el bebé, sino que aparece muy tardíamente e implica poder
reconocer al enemigo como otro.
uLa tendencia antisocial:
Representa el reclamo del niño que
desea recuperar un estado de bienestar perdido; Winnicott plantea que tal
tendencia puede estar presente tanto en el niño sano como en el que sufre de
algún trastorno psíquico. Al respecto este autor pone un ejemplo en el que el
niño puede ser privado de la satisfacción de sus necesidades:
Objetos
transicionales
uWinnicott observa que en el niño recién nacido existe un estado
intermedio entre la tendencia a usar el puño o los dedos para estimular la zona
oral en una forma "subjetiva" o "narcisista", y su salida
al mundo de los objetos reales, objetivos, representados por un osito o un
muñeco con el cual el bebé juega poco tiempo después.
uEste espacio no es interior al aparato psíquico, pero tampoco pertenece
del todo a la realidad exterior y, como veremos luego, constituye el campo
intermedio en el que se desarrollarán tanto el juego como otras experiencias
culturales.
uDicho objeto transicional no es el bebé, pero tampoco es concebido por
éste como exterior a sí mismo. Posee características subjetivas a la vez que
otras propias del mundo externo, representado esencialmente por la madre.
Elección del objeto
uPara que se produzca la continuidad de esta experiencia transicional,
el objeto "seleccionado" debe cumplir una serie de características
que Winnicott resume como sigue:
uEl bebé adquiere derechos sobre el objeto, y el mundo exterior los
acepta. Sin embargo, esta adquisición representa al mismo tiempo una cierta
renuncia a la omnipotencia simbiótica;
u - el objeto es amado y acunado, pero también mutilado con excitación;
u- se le atribuye cierta vitalidad, como si tuviera vida propia;
u- nunca debe cambiar (por ejemplo ser lavado) a menos que el bebé lo
haga; su catexia afectiva sufre una descarga
gradual.